martes, 3 de febrero de 2009

pesero

hoy llueve. así que decidí tomar un pesero en vez de caminar. en la parada un muchacho esperaba junto a mi. el olor era nauseabundo. el pesero se detuvo. el muchacho me dio el paso. dentro todo está lleno de vapor y mal humor, porque hoy llueve. una niña miraba enojada hacia la puerta mientras se pegaba al hombro de su madre y la gente continuaba subiendo. en menos de cinco minutos pedí permiso para poder bajar. el pesero abrió sus puertas antes de detenerse y por mi hombro resbaló mi portafolio. todo él cae en la calle y el pesero sigue andando. exclamo un suave oh. la gente se quedó callada. en cuanto se para el pesero me apuro a bajar y recoger de la calle mi portafolio con dos plumas. en el auto, una mujer me mira con una sonrisa a medias entre la complicidad y la burla. me reí con ella.