Soy todo ojos, pero al entrar a la cueva es tan fuerte lo que te llega al cuerpo que dejas de ser ojos y te conviertes en algo más, manos, nariz, oídos, en fin la lengua llega hasta al final porque la boca se te empieza a secar.
Respiras y expiras, miras y escuchas menos, cada vez menos o más porque cuando sales algo cambia, para todos es diferente, cada quien saluda al regreso de diferente manera
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2 comentarios:
Me encontré a Roberto y me contó
:)
chido.
Un abrazote y cuídate:
el armandís en una cuenta de gmail que no es la suya
armandís qué padre que me visitas, te mando un abrazo fuerte.
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