lunes, 30 de noviembre de 2009

inmersión 1

Soy todo ojos, pero al entrar a la cueva es tan fuerte lo que te llega al cuerpo que dejas de ser ojos y te conviertes en algo más, manos, nariz, oídos, en fin la lengua llega hasta al final porque la boca se te empieza a secar.

Respiras y expiras, miras y escuchas menos, cada vez menos o más porque cuando sales algo cambia, para todos es diferente, cada quien saluda al regreso de diferente manera

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encontré a Roberto y me contó
:)

chido.

Un abrazote y cuídate:

el armandís en una cuenta de gmail que no es la suya

Gavilán Pollero dijo...

armandís qué padre que me visitas, te mando un abrazo fuerte.