miércoles, 6 de junio de 2012

El primer límite: el nombre



1. El nombre
Me llamo Oriana. Cuando me adentré en el Vive Latino llevaba conmigo nueve máscaras y una cámara. El primer límite es la máscara. La que usamos todos los días según la ocasión. Vivimos en un mundo en el que es preferible ocultar las emociones, porque creemos que eso nos da poder sobre los otros. Las máscaras son un símbolo ambivalente, por un lado nos contienen (aquellas máscaras invisibles que a veces ni siquiera sabemos si traemos puestas) y, por otro, nos expanden, pues nos introducen en una nueva personalidad, la cuál, nos muestra otras posibilidades del ser. Con máscaras nos atrevemos a cruzar los límites y con máscaras marcamos límites a los otros.

Así como las serpientes fui cambiando de piel. Dejando atrás ciertas creencias, encontrándome con la gente, observando cómo cada uno expandía o guardaba sus límites.*


*(Este proyecto lo realizé para la Biblioteca Móvil de Alumnos 47 y después Majo y yo les enseñaremos el resultado final)

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